Reflexions post-electorals

Avui he llegit aquest article publicat a "La Vanguardia" que he trobat interessant per reflexionar sobre els resultats electorals d'ahir.


Algo importante se tambalea

Todos esperan que la crisis amaine, pero no lo hace, y pronto, bastante pronto, esto tendrá consecuencias

Antoni Puigverd | 08/06/2009

Algo se cuece detrás de las bambalinas de la política europea. Algo está crujiendo. Las instituciones europeas son un ente abstracto, sin rostro, sin vértice. La gente sabe que Europa es importantísima (¿cómo no va a saberlo, si paga en euros?), pero no entiende a través de qué alambicados caminos institucionales estos rostros que de repente han irrumpido en los carteles de las calles van a contribuir en la gobernación real de Europa.

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Europa es una evidentísima realidad económica, pero es una pura abstracción política; y la gente no puede votar abstracciones, el voto que no acaba desembocando en un presidente y en un gobierno es un voto tan raro que acaba produciendo más estupor que interés, más extrañeza que participación.

La rareza institucional de Europa sería un problema importante, pero controlable, en tiempos de bonanza. Pero la crisis está inoculando desconfianza y miedo a pasos agigantados. Las votaciones europeas han dado resultados contradictorios, complicados de analizar globalmente, aunque un factor sobresale: la izquierda socialdemócrata está muy enferma. Uno de los principales pivotes del Estado de bienestar, uno de los dos grandes pesos pesados de la política europea, la socialdemocracia, está tambaleándose.

La derecha aguanta: por su tradicional firmeza patriótica y su cercanía con ciertas formas y gestos del populismo: véase la Italia de Berlusconi, véase en la Valencia de Camps. Pero el centroderecha europeo no puede echar las campanas al vuelo: las barbas del vecino socialdemócrata están en remojo y esto significa que el edificio central que surgió de la segunda guerra tiene aluminosis. No digo que esté ya cayendo, sino que puede caer. Mucha atención: algo está pasando en Europa y la tendencia no ha hecho más empezar. Radicalismo izquierdista en Francia, populismo extremoso en Holanda, el socialismo francés en caída libre, la socialdemocracia alemana sin fuelle...

Apuntes de un futuro inquietante, del que Catalunya es el primer testimonio ibérico: la abstención colosal demuestra que el sistema de representación catalán, tan matizado, no es útil: los catalanes están hartos de la politiquería catalana, de la que no se salvan ni los que impugnan el catalanismo. ¿Interpretaciones de cocina interna? Las que quieran: el PSC cree haber resistido, pero ha perdido alma y fuelle. CiU se recupera un poco, pero menos de lo esperado. El PP está donde estaba. ERC pierde menos de lo esperado. Todos aguantan en su pequeñez. Esperando que el factor crisis amaine. Pero la crisis no amaina y pronto, bastante pronto, esto tendrá consecuencias.